Cuando revisas la factura eléctrica de tu empresa, es posible que te hayas encontrado con un término poco conocido: energía reactiva. Este concepto, aunque técnico, puede tener un impacto económico importante si no se gestiona correctamente. En este artículo, te explicamos qué es, por qué aparece en tu factura y cómo puedes reducir sus costes.
¿Qué es la energía reactiva y por qué se refleja en la factura de la luz de tu empresa?
La energía reactiva no es una energía que consumas directamente, como la activa (que enciende tus luces o hace funcionar tu maquinaria). En cambio, se trata de la energía que utilizan ciertos equipos eléctricos, como motores, transformadores o sistemas de climatización, para generar campos magnéticos necesarios para su funcionamiento.
Aunque esta energía no se transforma en trabajo útil, circula por la red eléctrica, afectando la calidad del suministro y provocando pérdidas. Por ello, las distribuidoras penalizan su uso excesivo a través de un coste adicional en la factura eléctrica.
¿Por qué se cobra la energía reactiva?
La red eléctrica está diseñada para transportar principalmente energía activa. Cuando hay un exceso de energía reactiva, esta ocupa espacio en las líneas de transmisión, generando pérdidas y haciendo menos eficiente el sistema eléctrico.
Para compensar este problema y fomentar un uso más racional de la red, las compañías eléctricas imponen un recargo si se sobrepasa cierto nivel de energía reactiva, generalmente si se supera el 33% respecto al consumo de energía activa.
¿Cómo saber si estás pagando energía reactiva?
Puedes identificar este cargo en tu factura bajo conceptos como “penalización por energía reactiva” o simplemente “energía reactiva”. Si tu empresa cuenta con una maquinaria intensiva o trabaja con equipos industriales, es más probable que estés generando esta energía y, por tanto, pagando por ella.

¿Cómo evitar el coste de energía reactiva?
Existen soluciones técnicas que permiten corregir el factor de potencia y reducir o eliminar el coste por energía reactiva:
- Baterías de condensadores: Son dispositivos que contrarrestan la energía reactiva generada por los equipos, mejorando el factor de potencia.
- Estudios eléctricos personalizados: Analizar el consumo y dimensionar correctamente las baterías o sistemas de compensación.
- Mantenimiento y monitorización continua: Asegura el correcto funcionamiento de las soluciones instaladas y evita penalizaciones futuras.
¿Qué beneficios aporta corregir la energía reactiva?
- Ahorro directo en la factura al eliminar el recargo por energía reactiva.
- Mayor eficiencia energética de las instalaciones.
- Mejor rendimiento de equipos eléctricos.
- Reducción de emisiones al optimizar el uso de la red.
Conclusión
Aunque a simple vista pueda parecer un concepto técnico irrelevante, la energía reactiva puede suponer un gasto adicional innecesario en tu factura eléctrica. Con una pequeña inversión en soluciones de compensación y un análisis energético adecuado, puedes optimizar el rendimiento de tus instalaciones y reducir tus costes mensuales.
Si necesitas ayuda para analizar tu factura o instalar una batería de condensadores, en GAE Solution te asesoramos sin compromiso.